LA IGLESIA EN PELIGRO

 Se vive un tiempo peligroso. donde no se sabe quien es bueno y quien es malo. Los gobernantes toman decisiones a su conveniencia para consolidar sus propias ambiciones. Esto genera controversias en la población que desorientada no sienten apoyo de los que tienen cargos políticos y religiosos.

En Venezuela, vivimos tiempos peligrosos, los servicios son pésimos. Meses sin gas, horas sin electricidad, semanas sin agua, falta de efectivo y un salario que no alcanza constituyen la calamidad diaria de las familias de un país que no pierde las esperanzas de vivir un cambio en las condiciones de vida. Como si todo esto fuera poco, entonces se suma las medidas impuestas por el gobierno para evitar el contagio del Coronabicho, han sido duras medidas para todos en desigualdad de condiciones, donde los que viven de lo que consiguen a diario se han visto más que fritos a la hora de sostener su grupo famiiar con alimentos. 

Ya no se trata de profesión, ni de clase, ni de ciudades, aquí todo el mundo está pasando sus necesidades y crisis, quien lo niegue no sabe lo que hace. Mucha gente ha muerto, por diversas causas, inseguridad, enfermedad, desnutrición hasta por robar. Cualquiera que tenga posibilidades de no sufrir estas calamidades dirá que todo esto es un invento, sin embargo quien vive en el pais tiene suficiente argumento para estar decepcionado del proyecto pais que se ha venido en retroceso porque el tema económico ha sido feroz. 

Salvense quien pueda porque la familia está en riesgo, con todo lo que implica el problema político de no saber quien gobierna, se suman los grandes y sabios consejos del Papa Católico que ´últimamente han generado mucha tela que cortar, lo que faltaba ya lo dijo, seguro no es todo pero esto ha sido algo que se esperaba al decir que los homosexuales son hijos de Dios. Como explicar a un niño esto, que le dirías si te pregunta por qué dos hombres pueden formar una familia o si dos mujeres son un matrimonio feliz. 

El mundo se conduce a una disputa de la razón contra la injusticia. Los libros de crecimiento personal de nada servirán, la Biblia será la mejor opción para justificar los nuevos pensamientos que vienen revolucionando las naciones. Pudiera pasar todo un diá escribiendo cosas pero no vale la pena, vale un comino.